Los canceres testiculares son poco frecuentes en pediatría pero si altamente graves; es por eso que es riguroso el examen genital por parte del especialista. Aunque la causa de estos tumores es desconocida se han planteado factores congénitos y adquiridos. Los estrógenos durante la gestación aparecen como un factor de riesgo conocido de criptorquidea, la cual aumenta el riesgo potencial de desarrollar esta neoplasia, así también el trauma y la infección han sido señalados como factores adquiridos. La corrección quirúrgica de la criptorquidea no los hace menos susceptibles, ya que el riesgo potencial ya se ha adquirido; sin embargo, la cirugía (además de los beneficios desde el punto de vista de la fertilidad) permite que el testículo pueda ser examinado rutinariamente. Estudios de imágenes, marcadores tumorales, anatomía patológica y el uso o no de quimioterápicos proporcionaran datos específicos sumándose al tratamiento quirúrgico.