Es una de las causas que requieren tratamiento quirúrgico más a menudo en el recién nacido, y la principal causa de obstrucción de la salida del estómago en neonatos.
Aparte del cuadro clínico que es definitoria y debe estar presente, hay algunos estudios complementarios (ecografía/radiología con contraste) que podemos realizar para confirmar el diagnóstico.
Es una patología que una vez diagnosticada, es de resolución quirúrgica, esto significa que el tratamiento consiste en una cirugía "programada" dentro de la urgencia. Esto significa que antes de realizar el procedimiento, como parte del tratamiento, y más importante aún, es la compensación del paciente mediante la hidratación, y el control del medio interno a través del laboratorio. Para esto, el paciente debe internarse, y ser monitorizado por el tiempo que sea necesario, desde horas a días, hasta que se encuentre en las mejores condiciones clínicas para realizar la intervención.
Realizada la técnica quirúrgica, en general el recién nacido evoluciona correctamente y los vómitos ceden paulatinamente.